Un tema tabú en España es la prematura muerte de un hermano del rey Juan Carlos, hecho desconocido y olvidado por muchos. La tragedia, que marcó la vida del monarca español, ocurrió en 1956 mientras jugaban con una pistola supuestamente descargada.
Durante décadas esta confusa situación ha estado envuelta en base a una serie de especulaciones, teorías conspirativas, misterio e intrigas. ¿Qué sucedió realmente aquel desafortunado 29 de marzo de 1956? Un secreto que el rey se llevará a su tumba.
Juan Carlos tenía 18 años, mientras su hermano, “Alfonsito”, tenía 15. Según el historiador Juan Balansó, “era un niño travieso y despierto, simpatiquísimo, que alegraba la vida a cuantos le conocían”.
Para la prensa especializada “Alfonsito” era uno de los potenciales herederos de una dinastía que había sobrevivido a una serie de situaciones familiares complicadas relacionadas –principalmente- a temas de salud, accidentes y problemas políticos.
La familia real se encontraba en el exilio en Estoril, localidad portuguesa, donde habitaban una gran casa. Todo comenzó en la sala de juegos de dicha mansión, mientras ambos hermanos disparaban contra un blanco circular de colores brillantes, con una pistola calibre 22, que les habían obsequiado.
De un momento a otro, Alfonsito recibió un disparo. El arma estaba -supuestamente- en manos de su hermano Juan Carlos. La única bala que contenía, entró limpiamente por uno de los orificios de la nariz de Alfonsito.
Los infantes se toparon con un cuadro de desolación. Sobre el piso del cuarto de juegos yacía Alfonsito, a quien el padre intentó reanimarlo, sin éxito. Lo cubrió con una bandera española que arrancó de su mástil.
La noticia fue disimulada por el régimen del español, Francisco Franco, que mantenía a los Borbones lejos de España, y también por la prensa portuguesa, que operaba bajo el mandato del general Salazar.
Según declaraciones emitidas, por varios expertos y conspiramonos en un documental de Discovery Channel, podría haber llegado a existir una orden directa de Franco hacia Juan Carlos para que este le sucediera en el poder después de que el general falleciera dado que él no tenía hijos y se comprometió con el padre del monarca a educarlo.
Asimismo, el infante Jaime señala que el dedo de Juan Carlos estaba en el gatillo cuando se disparó el tiro mortal.
“Varios amigos me han confirmado que fue mi sobrino quien mató accidentalmente a su hermano Alfonso”, señaló el infante.
Documental Discovery Channel habla de supuesta conspiración:
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