"Vengo a Lappeenranta dos veces por semana para comprar comida porque es mucho más barato que en Rusia. La semana pasada compré crema agria porque está a mitad precio", dice.
"No compramos alimentos en Rusia”, señala Anton Kriuchkov, quien cada semana viaja desde San Petersburgo, a unos 200km de distancia, con su esposa e hija para hacer las compras.
"Es más barato aquí y la calidad de los productos es mejor. El pescado finlandés es mejor que el ruso", añade.
"Queso de Putin"
En el centro de Lappeenranta, los autobuses con turistas rusos se disputan el espacio fuera del sinfín de centros comerciales.
El alcalde Kimmo Jarva tiene una buena vista de ese panorama desde su oficina en el ayuntamiento.
"Nos ganamos la vida aquí y nuestras tiendas mejoran gracias al dinero de los rusos, así que es muy importante", explica.
Como era de esperar de alguien que representa a una ciudad fronteriza, es reacio a discutir el tema del ingreso de Finlandia a la OTAN.
"Es esencial para mí permanecer en buenos términos con el este y el oeste", asegura.
"Para nosotros sería una catástrofe si los rusos dejaran de venir. Crecería el desempleo y disminuiría la inversión. Tenemos que mantener a los rusos feliz y vamos a hacerlo", añade.
Cuando la Unión Europea le impuso sanciones a Rusia por la crisis de Ucrania, el Kremlin respondió prohibiendo las importaciones de alimentos de los países europeos.
En Finlandia esto se tradujo en una carrera a nivel nacional para conseguir productos lácteos con grandes descuentos que iban destinados a Rusia.
Uno de los quesos más populares de Finlandia, con el empaque para rusos, ahora se conoce como "queso de Putin".
Markus Saukkonen, de 57 años, se encuentra entre las hordas de finlandeses que aprovechan la situación.

Muchos finlandeses están preocupados por la intervención de Rusia en Ucrania.
"Compré leche, mantequilla, crema agria y voy a llevar un par de quesos Putin. Para nosotros es bueno mientras dure", cuenta.
Pero mientras que los finlandeses están disfrutando de los beneficios de productos locales más baratos, muchos están preocupados por la intervención de Rusia en Ucrania y las repercusiones que puede tener para la futura seguridad de Finlandia.
Jarno Korhola, de 36 años de edad, admite que está preocupado: "Hay que estarlo. Vivimos justo al lado de la frontera con Rusia".
Pero, ¿cuál es la ventaja de que Finlandia se una a la OTAN? "El beneficio –considera– es una fuerza más grande para defendernos si algo realmente malo sucede".
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