Desde los comienzosde la historia del Ecuador hemos sido víctimas de la influencia extranjera, adoptando modelos de desarrollo que nos han ayudado a crecer como sociedad, pero también han puesto en riesgo nuestra identidad cultural. A pesar de esto, los ecuatorianos siempre logran poner algo de sazón criolla a todo lo que se hace, nace, vive o se respira en el país, empezando por el lenguaje, que es la forma más básica de expresarnos y relacionarnos.
El ecuatoriano tiene la facilidad de agarrar lo que sea y volverlo suyo, único, auténtico. Es así como nace un nuevo idioma, del valor y la osadía de utilizar las palabras de maneras que superan la imaginación, desafiando toda regla o sentido de lo común.
Por eso una reconocida marca de gaseosa nacional creó la primera recopilación de palabras de uso local, que bien ya sean inventadas, adaptadas, convertidas o adulteradas, son propias del país y parte del día a día de su gente. Porque del latín vino el castellano, y del castellano el ecuatoriano.
Palabras como “avión” o “camello” suelen tener un significado general, pero para los ecuatorianos estas palabras tienen otras connotaciones.
Esta jerga nacional se ve por primera vez plasmada en el Diccionario de la Lengua Ecuatoriana, que con divertidas lecciones de los actores Andrés Crespo y Jonathan Estrada, explica el significado de las coloquiales palabras.
Los capítulos se emitirán semana a semana por los dos profesores que representan a la Costa (Crespo), y la Sierra (Estrada), como parte de una campaña que busca realzar la cultura y costumbres de Ecuador.
Califica esta noticia: