La Fiscalía del País Vasco (norte) pide penas que suman 34 años para un ciudadano ecuatoriano acusado de asesinar en 2011 a cuchilladas a su excompañera sentimental e intentar matar a la hija de ésta y de agredir a otras dos personas.
El ecuatoriano está además acusado de agredir con un arma blanca a dos hombres que mediaron para impedir el ataque. El juicio sobre el caso comenzará el próximo mes de mayo en un tribunal de Guipúzcoa.
La acción popular, que ejerce la asociación Clara Campoamor, solicita las mismas penas de prisión para el encausado, mientras que la acusación particular que representa a la familia de la fallecida pide 26 años de prisión, ya que no está facultada para reclamar por los dos ciudadanos que terciaron en la disputa.
Por su parte, la defensa reconoce parcialmente los hechos y reclama penas que suman once años y medio para el procesado, sobre el que ha presentado como atenuantes el estado de embriaguez en que se encontraba y de haber actuado en un arrebato.
Según el escrito de acusación provisional de la Fiscalía, al que hoy ha tenido acceso EFE, los hechos, sucedieron en la madrugada del 3 de julio de 2011, cuando la víctima, Rosario Román, de 55 años, y su hija Yolanda, de 30 y con una discapacidad del 40%, vieron al ecuatoriano dormido en un banco de la calle, por lo que su expareja le expresó "la conveniencia de que se fuese a casa a dormir".
El texto de la Fiscalía precisa que, poco después, cuando las mujeres ya se habían ido a casa de una amiga, se acercaron a una ventana y vieron en la calle al imputado, de 42 años, quien advirtió a Rosario de que ella le iba a "pagar" todo lo que le debía.
Media hora más tarde, Rosario y su hija bajaron a la calle y fueron a tomar un taxi, instante en el que el procesado "se dirigió sigilosamente" a las mujeres ocultando un cuchillo y, "de manera fulgurante y sorpresiva, se abalanzó sobre Yolanda" a la que, tras un breve forcejeo, tiró al suelo y presuntamente "le asestó varias puñaladas" en el cuerpo.
"Inmediatamente -prosigue el escrito-, movido por el mismo propósito, el acusado abordó a Rosario, la tiró al suelo y le propino hasta seis puñaladas en el tórax y en el corazón".
"Alertados por los gritos", dos hombres que se encontraban en la zona quisieron "poner fin a la agresión" e intentaron arrebatar el cuchillo al imputado, quien presuntamente arremetió contra ellos.
Uno de estos hombres recibió distintas heridas en un antebrazo, en la región dorsal y en la zona lumbar, mientras que el otro sufrió lesiones en los dedos de una mano.
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